martes, 2 de diciembre de 2014

UNA IDEA. BUENA O FRACASO.

El Museo de los Productos Fracasados


Bic-Underwear
El sueño de todo empresario y el anhelo de cualquier publicista es que su nuevo producto estrella acabe convirtiéndose en un habitual en el carro de la compra de los consumidores. Eso hubiera deseado Pepsi cuando lanzó su refresco Radical Fruit o Coca-Cola, cuando hizo lo propio con Fruitopía. Pero ambos brebajes duermen ahora el sueño de los justos junto a otros miles de referencias fallidas. No es de extrañar: el 90% de los productos fracasan, en parte por el ciego optimismo de los marketinianos, pero sobre todo por la tozudez de los compradores: una familia tipo consume 150 productos casi invariablemente.
En Michigan (EEUU) se encuentra el Museo de los Productos Fracasados, una especie de supermercado muy peculiar: sólo tiene un ítem de cada producto en las baldas y probablemente ese bote, tambor o frasco sea el único que puedas encontrar en el mundo, pues fueron retirados de la circulación tras sufrir la desafección de público. En sus estanterías conviven los McSpagguetti, con las bragas de usar (¡!) y tirar que lanzó BIC o los Ice Breakers, unos caramelos de menta empaquetados en formato de… papelina.
Esta es una selección de los productos más delirantes que puedes encontrar en el Museo de los Productos Fracasados, a los que he añadido una selección de desastres de índole casera, del Donuts Fresquito al Frigurón, aquel polo de infausto recuerdo, pasando por los Fistrosde Matutano.
Bic-Tights
Bragas BIC de usar y tirar
Por qué fracasó: BIC naranja escribe fino, BIC tanga suena… ¡fatal! El fabricante francés se vino arriba tras el éxito de sus bolígrafos, mecheros y maquinillas de afeitar. Pero todo tiene un límite: los perfumes de bajo coste BIC fueron un fiasco y el tanga de usar y tirar, lanzado en 2004, merece un capítulo entero en la enciclopedia de los errores de marketing. Parece ser que a las mujeres no les parece tan buena idea usar una ropa interior fabricada por una empresa que también fabrica bolígrafos.
Fistros+1
Fistros de Matutano
Por qué fracasaron: Chiquito de la Calzada fue lo más grande que sucedió al humor español desde el señor Barragán, pero de ahí a convencer a la muchachada de que pagara 25 pesetas por una famélica bolsa de Bocabits (pues no eran otra cosa) con unos chiqui-tazos de regalo, era estirar demasiado el chiste. Sonoro resbalón de la sonriente marca de snacks.
mcspaguetti
McSpaghetti
Por qué fracasaron: El dicho “zapatero a tus zapatos” viene a colación para referirse a este extraño lanzamiento de McDonald’s. ¿De verdad alguien va al McDonald’s a comerse un plato de pasta, de cuyo proceso de elaboración es casi mejor no elucubrar? No respondas aún: los McSpaghetti entraron de cabeza en el Museo de los Productos Fracasados, pero parece ser que aún se venden en los locales de los Arcos Dorados en Filipinas.
Friguron 2
Frigurón
Por qué fracasó: Máxima atención a la alineación de Frigo de la temporada 82. Es el equivalente al dream team de Cruyff o a la Quinta del Buitre, pero siempre hay un marmolillo, un Metgod o un Witschge, para romper la magia. En este caso el impostor salta por su propio peso y por su sospechoso color azul: el Frigurón, un trozo de hielo azul con reminiscencias a sabor de piña, que desentonaba entre los galácticos Drácula y Frigopié.
Colgate-Kitchen-Entrees
Platos precocinados Colgate
Por qué fracasaron: Como en el caso de BIC, los ejecutivos de Colgate debieron aprender una dura lección: que tu marca sea un éxito en pastas dentífricas no quiere decir que se vaya a comer el mundo en los platos precocinados. En una asombrosa decisisón, Colgate lanzó en EEUU su producto Kitchen Entrees, en la ilusa esperanza de que quien comiera productos Colgate desearía automáticamente cepilllarse los dientes con pasta Colgate. ¿Qué se habían metido los de marketing en aquel brainstorming?
cocaine-drink
Cocaine
Por que fracasó: Entramos en terreno pantanoso. Una cosa es vender una “bebida energética” que te ponga espídico como si te hubieras bebido tres tanques de café y otra muy distinta llamarle “cocaína, la alternativa legal” por toda la cara. El brebaje no tuvo oportunidad ni de fracasar porque lo prohibieron por incitación al consumo de drogas. No hay alternativa que valga: a comprar la cocaína al dealer, como se ha hecho siempre.
icebreakers mints
Ice Breakers
Por qué fracasaron: No salimos del submundo de las drogas inhalables, porque lo de estos“mints” en polvo no tiene desperdicio. En este caso, queda la duda de si el inventor de los Ice Breakers era pérfido o simplemente ingenuo. En cuando aparecieron en las tiendas de chuches, las asociaciones de consumidores se echaron las manos a la cabezadenunciando… lo has acertad: que incitaban al consumo de drogas.
Thirsty-Dog
Agua embotellada para mascotas
Por qué fracasó: Es bien sabido que mucha gente trata mejor a sus mascotas que a sus propios hijos. Y sin duda lo merecen, pero también es cierto que es fácil engañar a un perro: basta con comprar una sola botella de Thirsty Dog y ¡rellenarla con agua del grifo cuando no mire! No tan rápido: el agua embotellada para perros y gatos venía con sabores tan deseables como “Ternera Crujiente” o “Pescado Agrio”. Puagghh.
caserio fresa y platano
El Caserío de Fresa y Plátano
Por qué fracasó: En este caso no era necesario hacer ni un estudio de mercado para anticipar la reacción del público: podían haberme preguntado a mí. ¿Quesitos con sabor a Fresa y Plátano? Antes morir de inanición que llevarte uno a la boca.
Oily hair shampoo
Champú para cabello grasiento
Por qué fracasó: En este caso el error de branding es clamoroso por parte de Gillette. Bastante duro debe de ser tener el “cabello graso”, como rastas de churrero, para que desde el bote de champú se te insulte con semejante desparpajo. Un eufemismo a tiempo es bienvenido para seducir al comprador acomplejado.
cosmo yogur
Yogur Cosmopolitan
Por qué fracasó: Cosmopolitan -o “el Cosmo” para las amigas- es una de las cabeceras de tendencias más populares en el mundo, distribuida en más de 100 países y 36 idiomas. Pero si algo tienen en común sus millones de lectoras es la estupefacción con que recibieron la aparición del Yogur Cosmopolitan, que duró en las estanterías del super lo que duran dos peces de hielo en un whisky en las rocas: 18 meses.
donuts fresquito
Donuts Fresquito
Por qué fracasaron: A Panrico hay que atribuirle un mérito: una panificadora española ha logrado fabricar los mejores donuts del mundo: los de azúcar y los de chocolate “de toda la vida” y, siendo condescendientes, el Bombón y los Donetes. Pero el intento de multiplicar su oferta durante el verano de 2011 fue tan quijotesco como vano: Foundant, Flower Power, Cebolla… y Donuts Fresquito, con sabor a Lima Limón (¿?) y para servir fríos, como la venganza. Un bluff como un castellet de donuts.
fruito
Fruitopía
Por qué fracasó: Si Donuts tiene copado el mercado nacional de las rosquillas azucaradas, Trinaranjus es un titán de los refrescos sin burbujas que remiten lejanamente a cítricos. Pepsi, con Radical Fruit y poco después, Coca-Cola, con Fruitopía intentaron un lavado colectivo de cerebro al consumidor español hace una década, con un resultado de tablas: el mejor recuerdo que nos queda de ambas marcas es alguna botella para almacenar agua fresquita en la nevera.

PRODUCTOS QUE HAN FRACASADO.

Llega Coca cola y su bebida a base de leche



PRODUCTOS QUE ERAN UN FRACASO Y AL FINAL FUERON UN EXITO
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Muchos de los productos o servicios que utilizados han sido creados sin querer y con un propósito totalmente distinto al principio. Y los inventores pueden estar años desarrollando una idea, hasta que una casualidad, un accidente o un suceso les entrega una nueva perspectiva, que finalmente se convierte en un útil error para el resto del mundo.
El enojo y las papas fritas:
A principios de 1850, George Crum  era considerado uno de los mejores chefs del mundo. Tanto, que se dice que su habilidad era la de tomar cualquier cosa comestible y convertirlo en un manjar de reyes, por lo que el hotel donde trabajaba se hizo conocido y atrajo multimillonarios y famosos de la época. 
Sin embargo en 1853, uno de los huéspedes se quejó por el grosor, la humedad y suavidad de las papas, por lo que exigió que le cambiaran el plato por uno bien hecho. Esto desató la ira de Crum, quien cortó las papas más delgadas de lo habitual, las introdujo en aceite más tiempo de lo acostumbrado y le echo aún más sal, esperando que el comensal odiara el invento. Su plan fracasó y la persona pidió un segundo plato hecho de la misma forma. 
Su éxito fue inmediato en Nueva Inglaterra, y el chef abrió su propio restaurante.
Rayos X, y la mano de la esposa:
Cerca del año 1900, los científicos habían descubierto las ondas de radio y la radiación. Fuerzas que aunque no se podían ver, sí estaban presentes y era posible comprobarlo mediante instrumental técnico. Estos fenómenos inexplicables llamaron la atención del físico alemán Wilhelm Röntgen , quien comenzó a experimentar con rayos catódicos y gas tal como ocurre hoy con los tubos fluorescentes. 
En una se sus sesiones el físico hizo correr electricidad a través del gas y el tubo comenzó a brillar, pero no fue lo único. Un producto químico había dejado un rastro en un cartón negro que se supone, debió impedir que la luz se escapara. Lo llamó "X", por desconocido. 
Luego de entender el proceso y mejorarlo, "fotografió" la mano de su esposa, manifestando que "he visto mi propia muerte".
El dulzor de la sacarina en las manos:
En 1870, el químico ruso Constantin Fahlberg  trabajaba en un derivado delalquitrán de hulla  (utilizado hoy como o recubrimiento o pintura anticorrosiva), y ver sus reacciones con compuestos como el amoníaco, cloro y fósforo. En la cena, notó que sus dedos extrañamente tenían un sabor dulce, provocado por la caída accidental de una de las mezclas experimentales sobre sus manos.
El resbaladizo teflón:
En medio de un experimento nocturno, el químico Roy Plunkett  tenía la intención de combinar gas tetrafluoroetileno con ácido clorhídrico. Lamentablemente se le hizo tarde y al volver al otro día, vio cómo el gas que había presurizado en bidones desapareció, aunque éstos pesaban lo mismo. Al averiguar la razón, se le ocurrió cortar los bidones, observando que el gas se había solidificado en los costados, generando una superficie resbaladiza. Así, comenzó a experimentar hasta descubrir que el nuevo material resistía hasta los químicos más corrosivos. 
En 1945 Plunkett patentó su producto bautizándolo como Teflón. Sin embargo, fue el ingeniero francés Marc Grégoire quien lo desarrolló para utensilios de cocina, gracias a una sugerencia de su esposa.
Plastilina, el producto limpia hollín:
Cuesta creer que aunque actualmente se utiliza como juego de niños, la plastilina fue ideada en un principio como un producto para la limpieza. Joseph McVicker , se dedicaba a limpiar las paredes de los hogares del hollín utilizando un compuesto creado por su compañía, cuando el carbón era el material más utilizado para calefaccionar las casas antes de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, con el fin del conflicto la compañía cayó en la bancarrota. 
Pero en el transcurso de 5 años, todo cambió. A inicios de 1950, McVicker se dio cuenta que su hermana utilizaba el material de limpieza en su escuela como plastilina, y decidieron emplear el compuesto como un juguete no tóxico para niños. En 1955, los hermanos comenzaron a comercializar el producto en escuelas y guarderías. Hasta hoy, muchos de los ingredientes son desconocidos.
Súperpegamentos:
El pegamento super poderoso o cianoacrilato fue descubierto mucho antes que se hiciera conocido masivamente. Aunque en un principio las intenciones del investigador Harry Coover  fueron utilizarlo como material para armamento militar y otras aplicaciones, su viscosidad y capacidad para pegar todo impedían cualquier uso práctico. Esto, hasta que se dio cuenta que el compuesto no requería de calor o presión para unir a dos materiales. Fue entonces, cuando decidió utilizar la sustancia en distintos artículos, comprobando que en su gran mayoría quedaban fusionados de forma permanente.
Corn Flakes:
William y John Kellogg  buscaban un alimento liviano para vegetarianos. Ambos tenían experiencia en nutrición y salud, y su objetivo era un sustituto del pan común, lo que les llevó a hacer ebullir el trigo para la masa. Pero se les pasó el tiempo de cocción y estuvo hirviendo por demasiado tiempo, por lo que se separó en escamas planas y grandes. Luego utilizaron maìz en vez de trigo, y le agregaron azúcar. Esta experimentación con diferentes sabores dulces hizo que John dejara la compañía cerca de 1920, argumentando que iba exactamente al contrario del propósito inicial.
El Velcro, ¿creado por la Nasa?
George de Mestral , un ingeniero eléctrico suizo, salía con su perro a jugar todas las tardes. Luego de observar la gran habilidad de los conocidos cadillos  para adherirse al pelaje del can y su propia ropa, decidió examinar los pequeños ganchos contenidos en sus púas y comenzó a experimentar con distintos materiales para conseguir el mismo efecto de forma artificial, algo que logró en 1955.
Luego de presentar el material sin mayor éxito en desfiles de moda, la Nasa lo adoptó para sus misiones de gravedad cero en 1960, por lo que comúnmente se cree que fue la agencia espacial estadounidense la creadora de este material.
Goodyear y el caucho vulcanizado:
Charles Goodyear  estuvo años tratando de solucionar los problemas del caucho natural, popular en la década de 1830. Al llegar al invierno y con temperaturas bajo cero, éste se congelaba y agrietaba, y en el verano se convertía en una goma pegajosa. En este último caso, intentó utilizar diversos químicos para secar pero nada funcionó. Producto de varias deudas contraídas en sus experimentos, cayó en la cárcel, donde continuó con sus investigaciones.
Ya en libertad, entró a una tienda para mostrar sus productos, que contenían azufre para acelerar el secado. En la explicación al vendedor, soltó el material y éste cayó en una estufa caliente. Al examinarla, ésta no estaba derretida, sino que carbonizada, además de mantenerse elástica. 
La misma historia tiene una variación más conocida, que cuenta que Goodyear apagó sin querer las luces de su laboratorio y derramó el contenido de sus frascos con azufre, plomo y caucho en una estufa caliente, obteniendo el caucho vulcanizado luego de probar el nuevo material en temperaturas bajo cero. 
Lo que sí se sabe, es que sin finalizar su lucha por patentes, Goodyear falleció endeudado y sin lograr su objetivo. La compañía lleva su nombre en su honor.
El horno de Microondas, y la barra de chocolate:
Todo comenzó con el radar, tecnología utilizada en la Segunda Guerra Mundial para detectar aviones, submarinos y barcos enemigos. Este proceso había sido desarrollado por Percy Spencer , un científico de la compañía Raytheon, quien experimentó con una nueva clase de magnetrón, un tubo que genera energía para alimentar el radar. Sólo había que mejorar el magnetrón, y lo logró gracias a una barra de chocolate. 
En medio de sus experimentos, Spencer se dio cuenta que el chocolate en sus bolsillos comenzó a reaccionar a las microondas. Inició sus pruebas con distintos alimentos como granos de maíz, y luego de darse cuenta de su éxito, sólo bastó con fabricar un recinto seguro, creando el horno de microondas. Fue presentado al público en 1967.

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