sábado, 4 de octubre de 2014

STRADIVARIUS. TIENDA DE BARRIO.

¿Cuántas veces hemos ido sol@s de compras y cuando hemos estado en el probador hemos tenido que volver a salir a por otra talla? Muchas veces puedes pedir ayuda a la dependienta si está por allí cerca, pero otras veces tienes que ingeniártelas para no tener que salir mil veces del probador. Al final, por culpa de tantas vueltas acabas dejándolo y decidiendo volver otro día, y como hayas encontrado otra cosa de camino, ya ni vuelves.
Stradivarius ha querido ponerle remedio a estos obstáculos y para ello ha llevado a cabo un nuevo plan de comunicación con sus clientes.
Cada uno de los probadores está numerado y cuando entras en alguno, la dependienta apunta en un espejo tu nombre, el número de prendas que llevas y su nombre para que puedas dirigirte a ella de forma más directas y personal, y viceversa.
Además, si en algún momento necesitas ayuda con alguna prenda, una talla o simplemente que te aconseje, cada probador dispone de un botón por el cual puedes llamar a la dependienta que te ha a tendido desde un principio. ¿Y cómo lo reciben? Muy fácil. Cada uno de los trabajadores lleva una pulsera por la que se le avisa qué cliente necesita sus servicios a través del número de probador y en seguida acuden.
Una novedad, que personalmente, ha hecho que vea con mejores ojos a la marca y creo que es una forma efectiva de mejorar sus establecimientos, atender y satisfacer las necesidades del consumidor llegando así a un mayor número de posibles clientes.
Creemos que ha sido un buen cambio para la marca, y si no ya nos diréis.

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